En las temporadas de invierno, cuando las temperaturas son muy bajas y lo vientos son fuertes, es algo normal que la gente se enferme con gripe, resfriados, alergias, etc. Por eso es importante que refuerces el sistema inmune para puedas atravesar esa temporada con una buena salud.
Nuestro cuerpo se expone a diario a ciertos agentes que pueden dañar el organismo, pero para evitar estas infecciones, enfermedades o complicaciones, el sistema inmunológico debe estar lo suficientemente fuerte, ya que estos conjuntos de mecanismos, protegen el organismo de bacterias y virus del exterior o del mismo cuerpo.
Para obtener un sistema inmune sin problemas, es crucial tener buena salud, lo cual en palabras simples es asociar y equilibrar distintos aspectos como: evitar períodos largos de estrés, hacer desarreglos en la alimentación que contribuyen a llevar una dieta inadecuada, evitar cambios bruscos de temperatura, dormir mal o no dormir las horas necesarias, evitar situaciones de conflicto que lleven a desórdenes emocionales, entre otras cosas en lo común.
Todo lo mencionado anteriormente contribuye sin duda alguna debilitar el mecanismo de defensa contribuyendo a que el sistema inmune se debilite y nuestro sistema de defensas baje produciendo patologías tales como:
-Infecciones por hongos, bacterias, virus, etc.
-Trastornos gastrointestinales.
-Alteraciones del sueño.
-Infecciones reincidentes.
¿Cuáles son las vitaminas más importantes para aumentar las defensas del cuerpo?
Las vitaminas con las cuales se pueden aumentar las defensas y así mantener más fuerte el sistema inmunológico son las vitaminas A, B, C y E. Cualquier alimento que posea algunas de estas vitaminas debe ser agregado a tu dieta y consumirlo con frecuencia. Estos alimentos debes consumirlos tú, pero también tienes que dárselos a los niños para que así podamos aumentar las defensas de ellos de manera natural.
COMO MANTENER LAS DEFENSAS ALTAS
Es fundamental para tener siempre las defensas considerar las siguientes recomendaciones:
-Reducir el consumo de azúcar y harinas refinadas.
-Realizar seguido ejercicio físico moderado.
-Debemos dormir lo suficiente cada noche. El sueño no se recupera.
-Tener una dieta alimenticia saludable y equilibrada.
-Subir considerablemente el consumo de frutas y verduras.
-Tratar de reducir o eliminar los alimentos fritos.
-No caer en niveles de obesidad ya que está directamente relacionada con la inmunodepresión.
-Evitar el consumo de: drogas, tabaco, alcohol, etc.
-Bajar o eliminar el consumo de bebidas alcohólicas, gaseosas o estimulantes.
-Eliminar (aunque nos cueste) el consumo de comida chatarra, comida precocinada, congelada o rica en grasas.
Aunque no lo creamos la mayor parte de los problemas de tipo inmune se deben al maltrato que le damos al sistema digestivo por una alimentación inadecuada -debido a la escasez de fibra y exceso de alimentos fritos y grasas saturadas- así como a la ingesta de café, leche, azúcar y alcohol, a lo que hay que agregar al consumo elevado de antibióticos, corticoides, laxantes, inmunodepresores, etc.
Además debes saber que el ejercicio también mejora las defensas de nuestro cuerpo, por lo tanto es recomendable que realices ejercicios en un gimnasio 3 veces a la semana promedio. Si no tienes tiempo para ir a un gimnasio es importante que realices caminatas o bicicleta dos o tres veces a la semana durante 30 o 45 minutos.
Entonces el ejercicio es fundamental a la hora de llevar una vida saludable, aunque, en estos casos es importante que aumentemos nuestro consumo de antioxidantes. Por último, resaltamos otro “ejercicio” sumamente beneficioso, la risa, tomarse la vida con humor y reír alegremente todos los días es un remedio natural muy efectivo.
Si tienes en cuenta estos simples consejos podrás cuidar mejor de tu salud.