por Carlos Salas. - La Humanidad tiene una deuda enorme con el Club de Madres de Lakeside. A finales de los años 60, estas norteamericanas reunieron los ahorros de una rifa y compraron un terminal llamado ASR-33 que regalaron a la escuela del pueblo. Era una máquina de escribir electrónica unida a un tosco ordenador con una impresora.